Unimos tradición, historia y aventura en una ruta que desvela los secretos de la antigua vía férrea mientras nos acercamos al misticismo de la Cruz de Caravaca. Este es el relato de una peregrinación singular, que hemos querido hacer desde Pujante. En este camino, las bicicletas han tomado el testigo del tren y nos han transportado al pasado mientras recorríamos el presente.
La Cruz de Caravaca, un amuleto que une generaciones
Desde el siglo XIII, la Cruz de Caravaca ha tejido una red de fe, esperanza y milagros que trasciende fronteras. Está considerada como uno de los talismanes más poderosos de la cristiandad, y lleva siglos protegiendo a todos aquellos que confían en su poder.
La tradición de regalar cruces de Caravaca se remonta al siglo XIII. El primer caso registrado de esta tradición es en 1231, cuando el Papa Gregorio IX regaló una Cruz de Caravaca al Rey Jaime I de Aragón.
En cada peregrino, en cada hogar donde se posa una réplica, la Cruz simboliza la unión y la protección. Nuestra travesía ha sido un homenaje a esta tradición, pero también una conexión viva con los miles de peregrinos que, año tras año, se dirigen a la ciudad santa de Caravaca de la Cruz para la renovación de su fe.
Siendo además uno de los únicos cinco lugares de la Cristiandad con “Año Santo”, junto con Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana.
Una cita con lo eterno en el 'Año Santo'
Cada siete años, el tiempo parece detenerse en Caravaca de la Cruz, en esta ciudad del noroeste de la Región de Murcia que cuenta con más de 26.000 habitantes.
Cada siete años, la ciudad revive el privilegio único del Año Jubilar, una gracia otorgada ‘in perpetuum’ que convierte estas tierras en un epicentro espiritual. Desde que el Papa Juan Pablo II reafirmara este honor en el año 1981, la devoción por la Santísima y Vera Cruz no ha hecho nada más que crecer y crecer. Este viaje ha sido también una oportunidad para sumergirnos en un ambiente de recogimiento y descubrimiento, donde lo humano y lo divino se dan la mano.
La huella del tren y los raíles del pasado
La historia del ferrocarril Murcia-Caravaca, inaugurado en 1933 y desmantelado en los años 70, sin duda, es un testimonio del progreso y el abandono. Su trazado, con cinco túneles que desafiaron la geografía, sigue vivo en las memorias de quienes lo vieron recorrer los paisajes de 13 poblaciones.
Las estaciones de Alguazas y Molina de Segura fueron construidas por trabajadores andaluces, uno de ellos tenía mucha habilidad para tallar la piedra caliza y hacerlo en forma hexagonal. Este «escultor» de caliza únicamente pudo trabajar en estas dos estaciones.
El tranvía de Murcia transita por el antiguo y último trayecto del tren de Caravaca, desde Espinardo hacia la Estación de Zaraiche, conservando la antorcha del relevo en la comunicación del Campus Universitario con el centro de Murcia.
Hoy, estos caminos de hierro renacen como una vía verde que invita a ciclistas y caminantes a redescubrir un patrimonio olvidado. Y nuestra peregrinación ha seguido este rastro, dando vida a una ruta cargada de historia y significado.
Pujante + (Plus): pedaleando hacia el alma de una tradición
En Pujante, creemos que el camino es tan importante como el destino. Por eso, de la mano de Pujante + (Plus), cada pedalada, cada kilómetro recorrido por la vía verde de este antiguo ferrocarril, nos ha acercado a la ciudad de Caravaca de la Cruz, pero también a nuestras propias raíces.
Esta peregrinación, nos sirve sin duda también como una invitación para que exploremos el pasado, nuestro pasado, a celebrar la fe y a rendir homenaje a quienes trazaron estos senderos.
Únete a nosotros en este viaje único, donde la historia se cruza con la espiritualidad y la aventura. Porque el camino a Caravaca no es sólo un destino, es también un legado.
Balance del Año Jubilar: 900.000 visitantes y 35 eventos organizados por la Fundación Camino de la Cruz.
La clausura oficial está prevista para este próximo domingo, 12 de enero, festividad del Bautismo del Señor, a mediodía. Un acto que estará presidido por el Obispo de la Diócesis, José Manuel Lorca Planes.